Sinopsis:
Gwen vive en una nube...¡con Gideon! Aunque es muy consciente de que el amor entre dos viajeros en el tiempo puede guardar sorpresas traicioneras. Por suerte, tiene muy buenos consejeros: su mejor amiga, Leslie, su compinche, James el fantasma, y Xemenius, una gárgola que se mete en bastantes líos. Además, Gwen y Gideon tienen problemas más importantes de los que ocuparse. Por ejemplo, salvar el mundo. O aprender a bailar un minué (que no es nada fácil). Sin embargo, ambos deberán entender que el amor tendría que pasar por delante de lo demás; sobre todo cuando caigan en las redes del Conde de Saint Germain. Pero a Gwen le cuesta mucho estarse quieta y en sus elapsaciones al pasado conocerá a alguien que le hará ver el mundo en el que se ha visto envuelta sin querer de una forma completamente distinta.
Mi valoración personal:
¿Estas preparada? Estoy preparada si tú lo estás.(Gideon a Gwen antes de elapsar en el tiempo)
Gwen y Gideon vuelven a las andadas tras aquel beso en el confesionario; vuelven a sus viajes en el tiempo y a sus tira y afloja, más bien por parte de él porque tan pronto la besa como la fulmina con una mirada poco amistosa, la mima o la ignora. Esto no hace más que confundir a la pobre Gwen, que para colmo, sigue con sus dudas y preguntas que nadie osa responder. Pero como para todo se tiene una tabla de salvación qué mejor que la super-mega amiga, con tanta sed de aventuras, y hasta alguien inesperado para ayudarla en la odisea del saber en el tiempo.
Kerstin Gier nos regala una 2ª parte superior a la 1ª (¿quién dijo que 2ª partes nunca fueron buenas?) siguiendo la línea temporal que dejó en el anterior libro, aunque la acción aquí parece que transcurre muy lentamente. Los personajes principales se mantienen y vienen a viajar con el lector unos cuantos más, muy bien perfilados y con el mismo encanto que la protagonista: el abuelo de Gwen, Lucas Montrose, aquí hecho un chaval de 20 y tantos; el hermano de Gideon (con un nombre sonante y hasta rítmico) Raphael Berthelin, que atención a su presencia en la novela que seguro dará que hablar en la continuación de la historia (Esmeralda), o el gruñón y divertido Xemerius, el espíritu de un dáimon encerrado en una gárgola, que sin duda le arrancará una sonrisa a su compañera en los momentos más difíciles. Unos y otros, en mayor o menor medida, ayudarán a Gwendolyn en su cometido nada sencillo de averiguar qué papel juega en los entresijos del Conde de Saint Germain.
Soy un pudin. Me has transformado en un pudin(Gwen a Gideon tras besarla)
Portada original |
La culminación de la novela de nuevo vuelve a ser un final abierto y misterioso (mención especial al Epílogo con un enigmático Gideon de Villiers), un desenlace que no hace más que mejorar el conjunto de la misma. Pero aún asi no deja que un@ quiera estampar el libro contra la pared frente a la lentitud de la acción capítulo a capítulo y la rapidez con la que se cuenta todo en un epílogo culminante, donde se dice mucho en tan poco. Ojalá Gier sepa continuar y atar todos los cabos en Esmeralda con todo lo que Zafiro nos muestra, porque sigue en el aire el tema del Caballero Verde o por qué Lucy y Paul se empecinan por activa y por pasiva en que el Conde no lleve a cabo sus planes.
En definitiva, una lectura ágil, divertida y trepidante a través del tiempo ... y el Hallelujah de Bon Jovi como banda sonora principal. Si te gustó Rubí no te pierdas Zafiro porque más que nunca se llevan las piedras preciosas.
EN RESUMIDAS CUENTAS:
Puntuación: 9/10 (Sobresaliente)
Bibliofiliómetro:
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