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Yo leo, tu lees, ... ellas leen |
"Leer o no leer, he ahí la cuestión". El símil de la frase Shakespeareana en la obra de
Hamlet, "Ser o no ser, esa es la cuestión" bien ejemplifica el artículo bibliófilo que nos ocupa. Si bien es cierto que en España el hábito lector se está desarrollando poco a poco desde la más tierna infancia, y que cada vez se lee más (y mejor), llegados a este punto habría que preguntarse, con el índice de lectura en la mano: "sí, pero ¿quiénes leen más? ¿Ellos o ellas?" Interesante cuestión que intentaré analizar a continuación.
Quizá sería necesario un estudio de género para entender parcialmente el tema, o un análisis psicológico, quién sabe, pero dado que no estoy ducha en tales saberes, qué mejor que echar mano de un artículo real para, valga la redundancia, realizar un informe. La literatura sobre el tema es amplia, pero una cosa es bien cierta, sabida por el colectivo popular: ellas leen más novelas, sobre todo de ficción romántica, y ellos leen más estudios científicos y ensayos. Lo mismo puede aplicarse a las películas cinematográficas: la comedia romántica para ellas, y la acción y el suspense para ellos. Y no hay término medio. Las novelas crean en el subconsciente del cerebro masculino una especie de idea mal concebida de que las novelas son "pastelosas y cursis", y por tanto, aptas para las mujeres. Y ellas, sin quedarse atrás ni callarse, salen a su defensa y afirman que lo que leen ellos es aburrido y superficial. He aquí el estudio de género: vincular lo científico con lo masculino y lo romántico con lo femenino. Pero, ¿por qué no puede ser al revés? Quisiera saber la respuesta, pero las mujeres, más pacientes, testarudas y tenaces, son capaces de acabar un libro, por muy extenso en páginas que sea. ¿Y ellos? Pues no, no llegan a tanto. Lástima.