UNA REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE EL CÓCTEL
DE ROMANTICISMO Y SEXO EN LA PELÍCULA 50 SOMBRAS DE GREY
Lo confieso: debo ser la única mujer sobre la faz de la Tierra que no se ha leído 50 Sombras de Grey. La duda ofende, así que ahí queda. Segunda confesión: me daba igual ver la película sin ni siquiera haberme leído los libros. Tercera confesión: me agradó satisfactoriamente a pesar de los pesares y de lo que me pareció. Sigue leyendo y sabrás por qué.
Después de recuperarme de la estupefacción que me produjo visionar la película en VO y en HD y la frialdad que no obstante me dejó, tenía intención de escribir este artículo más adelante y esperarme a leer la novela primero, que es lo habitual en mí. Pero como va para rato la cosa, heme aquí, escribiendo sobre esa mezcla de romanticismo y sexo que es la película de 50 Sombras de Grey.
El señor maestro del dolor me ha dejado con una sensación fría e incongruente, vamos, tal cual estaba antes del visionado. De hecho, la película ha sido carne de críticas muy duras por los apenas 11 minutos (cronometrados) de las escenas de sexo, en teoría explícito, y la suavidad de muchas imágenes que, dados los ríos de tinta generados por los libros, se esperaban que fueran ásperas y candentes. Sin embargo, todo ha quedado en una historia clásica de deseo y amor sin polémicos planos a lo largo de dos horas de metraje (y con la primera escena de sexo pasado el minuto cuarenta). Partía de la premisa de que la novela está considerada "porno para mamás", pero cuando leo algo así y visto el film, me parto de risa. No entiendo cómo una relación como la de Christian y Anastasia puede llegar a ser pornográfica y hasta machista en detrimento de la mujer cuando estamos hablando de una relación consentida y contractual por ambas partes. Nadie se aprovecha de nadie, nadie obliga a nadie a hacer lo que uno no desea. Así que, ¿dónde está la subyugación a la mujer? Pero la fama y el dinero, el sexo y el placer son reyes. ¡Ay, cuánto nos duele eso!
Las 50 sombras de Grey me acechan |
El señor maestro del dolor me ha dejado con una sensación fría e incongruente, vamos, tal cual estaba antes del visionado. De hecho, la película ha sido carne de críticas muy duras por los apenas 11 minutos (cronometrados) de las escenas de sexo, en teoría explícito, y la suavidad de muchas imágenes que, dados los ríos de tinta generados por los libros, se esperaban que fueran ásperas y candentes. Sin embargo, todo ha quedado en una historia clásica de deseo y amor sin polémicos planos a lo largo de dos horas de metraje (y con la primera escena de sexo pasado el minuto cuarenta). Partía de la premisa de que la novela está considerada "porno para mamás", pero cuando leo algo así y visto el film, me parto de risa. No entiendo cómo una relación como la de Christian y Anastasia puede llegar a ser pornográfica y hasta machista en detrimento de la mujer cuando estamos hablando de una relación consentida y contractual por ambas partes. Nadie se aprovecha de nadie, nadie obliga a nadie a hacer lo que uno no desea. Así que, ¿dónde está la subyugación a la mujer? Pero la fama y el dinero, el sexo y el placer son reyes. ¡Ay, cuánto nos duele eso!
Christian y Ana, amo y sumisa |
Algunos se quejarán de todo esto, pero la verdad sea dicha: la novela de E.L. James ha despertado la líbido femenina y animado las anodinas relaciones sexuales de muchas parejas de aquí a Lima. Dicho de otro modo: que se acabó lo de ser un aburrido (o una aburrida) en la cama. ¿Cómo recuperarse de un "romance" entre un hombre millonario, guapo y casi perfecto (interesante e inexistente mezcla) y una inteligente y dulce mujer que le salva de su oscuro pasado? ¿Cómo recuperarse de una novela erótica en la que la protagonista pasa de ser virgen a tener cinco orgasmos al día? Sobrevivir a Christian Grey será difícil.
Anastasia, atada en el Cuarto Rojo |
La película me ha generado mucho interés para con las novelas, que en un principio me negaba a leer como la saga-para-olvidar Crepúsculo. Dakota Johnson me ha sorprendido para bien y Jamie Dornan (modelo de Calvin Klein) me ha dejado indiferente casi tanto como cuando acaricia más que azota con la fusta. Lástima. Considero que no tener planos sensuales suyos es una castración a la sexualidad masculina. Las escenas de sexo que comparten ambos me han parecido muy light a lo que es el bondage en realidad, aunque eso no deja que fueran tórridas (cuarta confesión: me horroriza el sadomasoquismo salvaje, no lo defiendo). Deseaba que pasara algo más, mucho más, aunque todo ha quedado en una película con mucho romance y ni chicha ni limoná, hablando vulgarmente.
Dornan-Grey, Johnson-Steele |
Y es que por culpa de la puñetera calificación por edades (los adolescentes mueven masas y masas de dinero, asi que mejor asegurarse que pudieran entrar a las salas de cine y no espantarlos, todo por la pasta), 50 Sombras de Grey ha resultado ser una adaptación elegante, un pseudo-romance pastelón a la altura de la trilogía vampírica de Stephenie Meyer (que si no te quedó claro, quizás ayude saber que este libro surgió como un fanfiction de Crepúsculo, por lo que está fuertemente inspirado en la manera en que Bella deseaba abandonarse a la fuerza de Edward Cullen, más allá de su propia libertad e independencia), aunque planificada con más calma y acierto.
Pero volvamos a Grey. A mi juicio, no han tenido lo que hay que tener (nada sorprendente viniendo de Hollywood) para mostrar lo candente de la novela (a tenor de las múltiples reseñas y críticas que he visto). Que cada quien lo mire como lo mire, pero dada la expectación generada en torno al film (estrenado en San Valentín, ingenioso de cara a la taquilla pero estúpido para el común de los mortales) está claro que nuestro gozo ha ido a parar a un pozo. Nos escandalizamos con la representación erótica-sensual-sadomaso del sexo en pantalla y no que los adolescentes cada vez pierdan la virginidad a edades más tempranas. Cuestión de educación. Aunque he de decir que censurar el sexo para que los menores puedan ver la película y que se lean luego el sexo de la novela que no le han puesto en pantalla ya tiene su cosa. Todo bien planificado y con estrategia comercial definida. Chapeau para la distribuidora y la editorial, pero para mí un absurdo por defender la moral de los menores ante lo liviano que ha quedado todo.
Pero volvamos a Grey. A mi juicio, no han tenido lo que hay que tener (nada sorprendente viniendo de Hollywood) para mostrar lo candente de la novela (a tenor de las múltiples reseñas y críticas que he visto). Que cada quien lo mire como lo mire, pero dada la expectación generada en torno al film (estrenado en San Valentín, ingenioso de cara a la taquilla pero estúpido para el común de los mortales) está claro que nuestro gozo ha ido a parar a un pozo. Nos escandalizamos con la representación erótica-sensual-sadomaso del sexo en pantalla y no que los adolescentes cada vez pierdan la virginidad a edades más tempranas. Cuestión de educación. Aunque he de decir que censurar el sexo para que los menores puedan ver la película y que se lean luego el sexo de la novela que no le han puesto en pantalla ya tiene su cosa. Todo bien planificado y con estrategia comercial definida. Chapeau para la distribuidora y la editorial, pero para mí un absurdo por defender la moral de los menores ante lo liviano que ha quedado todo.
Pierden el control |
50 Sombras de Grey de la A a la Z
- A: ascensores (¿Qué tendrán?)
- B: bondage
- C: corbatas
- D: Dornan (dominante)
- E: erotismo
- F: fuck (nada de make love)
- G: gris (y sus tonalidades)
- H: helicóptero ("Charlie Tango, listo para aterrizar")
- I: intimidante
- J: juegos
- Contiene la K: Dakota (sumisa)
- L: Laters, baby (Hasta luego, nena)
- M: masoquismo
- N: nada (del otro mundo)
- O: oscuro (pasado)
- P: piano
- Q: ¡quiero más!
- R: risas (tontas)
- S: sombras
- T: tortura
- Contiene la U: "No te muerdas el labio"
- V: VO (no te pierdas cómo suena Dornan, ¡tiene un acento impresionante!)
- W: WTF?
- Contiene la X: sexo
- Contiene la Y: Love me like you do
- Contiene la Z: razzies (me temo que se llevará unos cuantos)
4 bibliofilias:
La verdad es que no entiendo tantos ríos de tinta sobre este fenómeno. Simplemente es un producto de consumo más que se ha hecho famoso porque ha encontrado un mercado potencial en el que ha triunfado, y a partir de ahí se ha extendido. No lo considero mal, no es una buena novela, la película estuvo algo entretenida, pero no hay nada más.
Besooss!!
Aquí otra mujer que no ha leído los libros y la verdad tampoco me llama la atención todo ese rollo.
Saludos.
Jajaja... La verdad es que es un rollo, sí, todo el boom desatado. Pero a mi me ha generado curiosidad. No espero mucho tampoco de los libros cuando los lea.
Salu2 //
Me encanta, estupenda crítica. Está claro que 50SDG ha sido (y es) un negocio bien marcado. Y mientras dure...